En esencia eres
mío,
minuto a minuto organizas mi tormento;
te llevaste mi esencia…
colmaste mi
deseo…
no me quedé vacía;
penetraste mi alma,
que encendió mi conciencia,
llenándola de deseos, encuentros,
por inesperados más deseados,
más suculentos,
no hay certezas, ni nada incierto…
besos que son caricias,
caricias que son
fuego…
llama inapagada en tu constante recuerdo…
Cuerpo
En su
imperfección, perfecto…
musculo elocuente, vigoroso,
ardiente… humedezco…
Torso envolvente
que culmina su descenso
y me muestra el triángulo de las bermudas
donde sinceramente me pierdo…
Hombros que
encuadran tu centro
y “el miguel ángel” que ya envidia tu sexo…
Y en ti me
recreo hombre,
y comienza a especular mi deseo,
que inexperto acude a mi
mente…
N.B
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